Situada en la provincia de A Coruña, la ciudade de Santiago de Compostela se asienta entre el monte Pedroso y el monte Viso, circundada por los afluentes Sar y Sarela. Es la capital de Galicia, la sede de la archidiócesis, del distrito universitario y del partido judicial homónimos, además de constituir uno de los principales centros culturales del país.

La extensión municipal es de 220 km2 y su población, según el padrón municipal de 2007, asciende a 93.458 habitantes, siendo su densidad de población elevada (421,58 habitantes por Km2) debido a que la mayoría se concentra en el núcleo urbano.

Además de la ciudad de Santiago, el término municipal comprende veintinueve parroquias rurales: Aríns, Bando, Barciela, Busto, Carballal, O Castiñeiriño, César, Conxo, Eixo, Enfesta, Fecha, Figueiras, Grixoa, Laraño, Marantes, Marrozos, Nemenzo, A Peregrina, Sabugueira, Santiago (San Caetano), Santiago (San Fructuoso de Afora), Santiago (San Lázaro), Santiago (San Pedro de Afora), Santiago (San Xoán de Afora), Sar, Verdía, Vidán y Villestro.

Climatología

El clima de Compostela es templado y lluvioso como el de la mayor parte de la Galicia occidental, pero con trazos propios debidos a su separación de la costa, a la altitud y a la configuración del relieve. La diferencia se explica por la distancia de la costa, por la altitud y por el aislamiento del mar originado por macizos montañosos como el de la sierra de Barbanza.

En Santiago, el tiempo es muy variable y resulta frecuente que las masas de aire húmedo se concentren, penetrando fácilmente por el valle del Sar. En invierno, las nieblas acostumbran establecerse en los valles, provocando una humedad relativa muy alta. Este tipo de tiempo húmedo es el que ha dado a Santiago la fama de ciudad lluviosa.

Relieve

Santiago de Compostela se encuenta a 260 metros sobre el nivel del mar y está circunscrito por los castros originarios de Santa Susana, A Sionlla, Meixonfrío, San Marcos y monte Viso. Son puntos de referencia el Pico Sacro, los montes Pedroso y Viso y las riberas del Sar y del Sarela.

La tierra de Santiago es unha zona de contacto de dos zonas faunísticas y florísticas: la eurosiberiana en su provincia atlántica y la mediterránea. La eurosiberiana, asentada en el valle del Tambre, se caracteriza por la presencia de bosques de hoja caduca, tipo robledales, mientras que la mediterránea con influencia atlántica se manifesta en el valle del Ulla, allí donde los bosques son de árboles de hoja perenne, como el alcornoque. Esta mezcla le da una gran riqueza a la zona y ofrece valores naturales para los interesados en el conocimiento del entorno.

La composición litológica es fundamentalmente a base de rocas cristalinas tipo granitos, que provocan suelos de alta permeabilidad fuertemente lavados y con un carácter ácido. También se encuentran en el área rocas básicas, tipo anfibolitas, con características edafológicas singulares.

Otro factor que influye en la flora y en la fauna es la acción del hombre sobre el paisaje, caracterizado por la profusión de tierras de cultivos, una intensa deforestación y un alto impacto de repoblación forestal con especies alóctonas, que hizo retroceder los bosques naturales a pequeñas manchas en las riberas de los ríos y en otras zonas determinadas.

El relieve constituye un escalón intermedio entre los macizos montañosos de la Galicia oriental, que forman la dorsal gallega, donde nacen los ríos Tambre y Ulla, y los bloques costeros de los que está separado por la fosa Padrón-Tui, en el denominado escalón de Santiago. Es tierra de abundantes lluvias, con una media de 1.500 mm. anuales, delimitada al norte y sur por áreas con una infiltración media anual de 700 a 900 mm. Las temperaturas medias oscilan alrededor de los 12 grados y se dan las máximas en julio y en agosto.

Geología

En el área de Santiago se encuentran las seguintes grandes unidades de rocas:

  • Anfibolitas: Rocas metamórficas ricas en silicatos como los anfíbolos, que dominan en un triángulo que tiene como vértice la ciudad de Santiago y dos lados formados por las carreteras de Lugo y Ourense, unidas al tercero por Susana, Rodino y Lavacolla.
  • Gneises: En una pequeña área que aflora hacia Sigüeiro y Berdía en una estrecha banda que atraviesa Santiago de norte a sur.
  • Granito de dos micas: Se extiende al norte por la zona de Pontealbar, Espiñeira y Bertamiráns.
  • Migmatitas granitoides: Rocas semejantes al granito en Roxos y hacia Escravitude.
  • Filón de cuarzo: Desde el Pico Sacro hasta Ponte Ulla.
  • Arcillas: Depósitos recientes de rocas sedimentarias, abundantes en una pequeña área de Bertamiráns.
  • Esquistos: Son los materiales más abundantes, encontrados en Lavacolla en dirección a Lugo, de Santiago en dirección a Pontevea y en la zona de Sarandón. Abundantes cara el este.

Fauna

En Santiago hay una gran variedad de fauna, que se puede cifrar en un mínimo de 13 anfibios, 12 reptiles, 63 aves que crían y un buen número de especies hibernantes y en paso, y 32 mamíferos que habitan en esta zona geográfica.

Esta variedad de animales es un reflejo de la profusión de biotopos que se encuentran en una zona considerada relativamente pequeña en extensión pero que habitan en un medio fuertemente humanizado.

Flora

Pinos (Pinus sp.) y eucaliptos (Eucaliptus globulus) destacan en el paisaje en cuanto a formaciones de árboles en la tierra de Santiago, esto es debido a una intensa labor de repoblación forestal con especies alóctonas que incidió de forma negativa sobre las formaciones de árboles propias del país, provocando una pérdida de calidad botánica, ya que se produjo un empobrecimiento florístico y una degradación del suelo.

El pinarl domina sobre el eucaliptal y dentro de los pinos el más abundante es el bravo (Pinus pinaster), aunque que se encuentran bosquetes de pino de repoblación (Pinus insignis) y a veces mezcla de ambos. El manso (Pinus pinea) sólo aparece representado por ejemplares muy dispersos y generalmente cerca de algunas casas de labranza. En el sotobosque de los pinares aparecen matorrales.

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